Un pensamiento en “Descubriendo una ciudad: un juego de lenguaje”

  1. Es una lectura que me resultó muy agradable, no sólo por recordarme y despertarme las ganas de volver a visitr las chinampas y trajineras en Xochimilco, sino también porque me hizo preguntarme en dónde guardé esos textos de Wittgenstein que leí en la maestría. Hay que recordalos.
    Aquí el autor logra paralelismos bonitos entre la estructura del lenguaje y la estructura arquitectónica de las ciudades.

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