Es muy común que para solicitar ayuda, la gente pida que le echen una mano; en México pueden escuchar que no sea una mano, sino una manita.
Ejemplo:
- Échame una manita con esas bolsas, ¿sí?
- ¿No me puedes echar una manita con mi tarea? Es que no entiendo lo que tengo que hacer.
Qué interesante. He escuchado otras frases con este verbo también.