Daria Lemesheva*
Es cierto que si no has visto los símbolos de Moscú, el corazón de Rusia, como el Teatro Bolshoi y la Plaza Roja, que fue incluida en la lista de Patrimonio de la Humanidad de Unesco, junto con el Kremlin y la Catedral de San Basilio; si no has visitado el Parque Gorki y el Jardín de Alexander; si no has disfrutado del ballet o de la ópera en Moscú o en San Petesburgo que son las dos capitales culturales de Rusia; si no has bajado al Metro de Moscú, que es conocido como el “palacio subterráneo”; si no has caminado por la calle Arbat; si no has probado los platos rusos típicos, como la sopa borsch con remolacha, el pelmeni (las bolas de masa con relleno de carne), el blini (es una especie de crêpe) con caviar de salmón y con el famoso caviar negro y la ensalada Olivier; si no has visto el Lago Baikal, con aguas cristalinas y de enorme belleza, que es el más profundo del mundo, entonces … ¡todavía no conoces bien Rusia!
*Estudiante de Español 5, CEPE-Polanco