Un valor claro: la lengua española en Canadá
Tim Stutt*
¿Cuál es la situación de la lengua española en Canadá?
En relación con Canadá, el español tiene un valor claro: por un lado, como herramienta para facilitar los intercambios comerciales y culturales con los países hispanohablantes, y por otro, también, refleja una de las facetas del multiculturalismo, ya que esta situación es el resultado de la historia, la situación demográfica, la inmigración de los hispanohablantes en Canadá, la enseñanza del español como lengua extranjera en este país y la influencia del idioma español en la vida canadiense contemporánea.
El español ya se hablaba antes del siglo XIX. Antes de que Canadá formara parte del imperio francés y del británico, la parte oeste de las costas del Pacífico fueron territorios en disputa, explorados y de escasos asentamientos del imperio español. El antiguo territorio de Nutca era la parte que ahora son la provincia de Columbia Británica y el territorio de Yukón. Juan de Fuca fue un capitán que exploró a las órdenes de España las costas al norte de Nueva España (México) y buscó el paso del Noroeste entre el océano Pacífico y el océano Atlántico. En 1592 su viaje de exploración le llevó al estrecho que hoy lleva su nombre en la isla de Vancouver.
Podemos referirnos también a la zona este de Canadá. Los balleneros vascos y otros pescadores procedentes de poblaciones del litoral cantábrico habían viajado a Terranova, hacia el año de 1375, mucho antes de que lo hiciera Cristóbal Colón. Cuenta con pocas evidencias históricas y una única certeza: los pescadores españoles dejaron una profunda huella en los Grandes Bancos de la costa Atlántica. A finales del siglo XVI ya se habían establecido ahí 900 personas. Durante la época de mayor auge de la pesca de ballenas, 2 mil personas trabajaban cada verano. Pero la operación terminó al inicio del siglo XVII, ya que las dos especies de ballenas que eran cazadas estaban cerca de la extinción y muchos de los barcos balleneros eran requeridos por la marina española.
A causa de la intensidad de los contactos entre vascos y nativos americanos, se encuentran algunos préstamos léxicos del vasco en lenguas algonquinas de la Península del Labrador. Hoy existe evidencia suficiente para decir que la comunicación entre vascos e indígenas dio lugar al surgimiento de un pidgin mixto, conocido usualmente como pidgin vasco-algonquino.
A estos factores se suma la situación demográfica y la inmigración de los hispanohablantes en Canadá. Según el censo canadiense de 2016, 495,090 personas afirmaron hablar español como lengua materna. Este total refleja un aumento de 12.7 por ciento en comparación con el censo de 2011. Pero de las lenguas extranjeras habladas en Canadá, en 2016 el español ocupa la quinta posición en comparación con la tercera en 2011. Los cuatro idiomas no oficiales más importantes en Canadá son mandarín, cantonés, punyabí y tagalog.
Durante la primera mitad del siglo XX, la presencia de los hispanohablantes en Canadá fue menor. Consistió en refugiados españoles que huían de la tiranía franquista en España. Pero esta presencia creció durante los siguientes setenta años. Después de 1970 el número de hispanohablantes en Canadá ha aumentado nuevamente a causa de la inmigración y de la llegada de personas refugiadas. En este periodo, los chilenos se refugiaron aquí tras la llegada de la violenta dictadura militar en Chile. En la década siguiente más de 17 mil salvadoreños se refugiaron en Canadá a causa de guerra civil. En los años 2000 25 mil colombianos lo hicieron a causa de la agitación social.
Según el censo canadiense de 2016, Colombia y México son los dos países con mayor importancia en términos de la inmigración hispanohablante en Canadá. Hay 96,325 inmigrantes colombianos que viven principalmente en Ontario y Quebec. En cuanto a los mexicanos, hay 80,585 personas que viven en Ontario, Quebec y Alberta. Los países hispanohablantes de Argentina, Chile, Cuba, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, España, Guatemala, Perú y Venezuela son también muy importantes, porque han inmigrado entre 10 y 50 mil personas de cada uno de esos países.
Ahora veamos la enseñanza del español como lengua extranjera en Canadá. En efecto, el sistema educativo canadiense está totalmente descentralizado, lo que implica grandes diferencias entre una y otra provincia o territorio, y también en el tratamiento de las segundas lenguas. El español se imparte en las escuelas del sistema público únicamente en las provincias de Alberta, Columbia Británica, Ontario, Quebec y Manitoba de una manera más marcada. Por ejemplo, desde la firma del Memorando de Entendimiento entre el Ministerio de Educación español y el Departamento de Educación de la Columbia Británica en diciembre de 2016, los esfuerzos de España han estado centrados en la colaboración con las autoridades provinciales para implementar algún programa en inglés y español. Los programas bilingües en español, que sólo se pueden implantar en las provincias cuya legislación autoriza programas bilingües que no sean francés-inglés (Alberta, Columbia Británica, Saskatchewan y Manitoba), están teniendo un gran éxito en Alberta, donde se ha implantado el programa de las International Spanish Academies (ISA), en colaboración con la Administración española. Sin embargo, en Saskatchewan y Manitoba, si bien hay un gran interés por el español, el bajo índice demográfico incide negativamente en la creación de programas de este tipo. Fruto de ese interés son los diseños curriculares para español creados conjuntamente por estas dos provincias y Alberta en el año 2004.
Según los datos proporcionados por el Instituto Cervantes, 90 mil canadienses estudiaron español en la enseñanza primaria y secundaria en 2018, en comparación con solamente 11 mil en 2005. En la enseñanza postsecundaria, la demanda del español va en continuo aumento. En las principales universidades es posible cursar una especialización en español (major). De no ser así, suele existir la posibilidad de hacer una segunda especialización en esta lengua (minor). Igualmente, numerosos colegios también ofrecen cursos regulados en los programas de formación permanente de adultos.
No obstante, en los últimos tiempos numerosas universidades han sufrido recortes presupuestarios, como consecuencia de los ajustes económicos en las provincias. En algunos casos esto ha repercutido negativamente en los programas de español y se ha traducido en la supresión por parte de algunas instituciones de los programas de especialización en esta lengua.
A mediados de 2019, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Canadá lanzó una nueva estrategia de educación internacional dirigida a promover una mayor movilidad internacional de estudiantes canadienses. La estrategia incluye el aprendizaje de las lenguas extranjeras como habilidad necesaria para el buen estado de la economía canadiense.
Consideramos por último la siguiente pregunta: ¿cuáles son las influencias culturales y lingüísticas de los hispanohablantes en Canadá? Es tal vez un estereotipo, pero esta influencia comienza en el sector de cocina y hotelería. Esta influencia abarca desde lo más básico, como es el alimento y la diversidad de platillos que se han incorporado a la cocina canadiense. Los ejemplos son los tacos mexicanos, pasando por las pupusas salvadoreñas o los barros luco de la cocina rápida chilena. Esto es sin hablar de las empanadas argentinas y arepas colombianas, o las parihuelas peruanas y el platillo ropa vieja de los venezolanos.
La música es también otro aspecto de la influencia hispanohablante en la vida canadiense. Los ejemplos de los músicos hispanófonos reconocidos son Alex Cuba, Lido Pimienta y Oscar López.
Pero la influencia hispano-hablante en Canadá no se limita a la música y la comida. En 2021 catorce hispanos y una brasileña se encuentran entre los 75 candidatos finales a los premios Top25 Canadian Immigrant Awards que desde hace 13 años otorga la publicación “Canadian Immigrant” y que reconoce a “inmigrantes que son fuente de inspiración y que han tenido un impacto positivo en sus comunidades” desde que llegaron al país. Dos ejemplos son Alma Arzate y Ginella Massa. Originaria de Chihuahua en México, Alma Arzate llegó a Canadá en 2007 con su familia. Hoy día Alma es directora de la cadena logística de suministro global de la farmacéutica Apotex. Ginella Massa, de origen panameño, se ha convertido en una de las caras más reconocibles de la televisión canadiense por su trabajo en CBC News Network. Massa es la primera presentadora de la televisión canadiense que aparece con el hiyab, el velo musulmán.
En conclusión, la lengua española tiene un valor, por un lado, como herramienta para facilitar los intercambios comerciales y culturales de Canadá con los países hispanohablantes, y por otro, refleja también una de las facetas del multiculturalismo canadiense. El español es definitivamente un valor claro para Canadá.
*Estudiante de Canadá del curso de Redacción
UNAM-Canadá, Gatineau, Quebec
Imágenes: creadas en Canva por Carolina Pineda
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