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El hacha de oro y el hacha de plata (cuento popular asiático)

Eugenie Roh*
El hacha de oro y el hacha de plata
El hacha de oro y el hacha de plata

Foto: http://m.blog.naver.com/joo7767/90141850585
 

Hace mucho tiempo, había un leñador pobre pero honrado en un pueblo cualquiera. Un día, el leñador estaba cortando los árboles que estaban cerca de un estanque. Mientras lo estaba haciendo, por descuido, se le cayó el hacha al pantano. "Ay, esa es mi única hacha, ¿Qué haré?", dijo llorando. Mientras seguía llorando, de repente, el agua del estanque se movió y salió un dios.

El leñador se sorprendió mucho y le dijo "¿Quién es usted?". "Soy el dios que cuida esta montaña. ¿Por qué estás llorando?". "Se me cayó el única hacha que tenía", contestó el leñador.

"Pues, te la buscaré", dijo el dios y desapareció. Después de algunos minutos, el agua del pantano se movió otra vez y el dios salió. "¿Esta hacha de oro es tuya?", le preguntó. "No, mi hacha no es tan lujosa", contestó. "Hmm, entonces voy a buscar más." Diciendo eso el dios desapareció y luego salió del estanque con un hacha de plata y le preguntó "¿Esta hacha de plata es tuya?". "No, la mía no es tan cara ni nueva." El dios se esfumó y después apareció de nuevo. "¿Esta hacha vieja es tuya?". "¡Sí, esa es la mía, muchas gracias!", contestó el leñador. El dios dijo "Entonces tú eres muy sincero y honesto. Como presente, te doy el hacha de oro y el hacha de plata también." Con esos regalos, el leñador vivió opulentamente.

En ese momento, un hombre avaricioso vio esta situación. Luego, él también llevó su hacha y la dejó caer al estanque a propósito pensando que él también podía ser rico y fingió llorar. Entonces, el dios apareció y le preguntó: "¿Por qué estás llorando?". "Se me cayó mi hacha", contestó. "Te la buscaré, no te preocupes", dijo el dios. Se sumergió, luego emergió y le preguntó "¿Esta hacha de oro es tuya?" y el hombre contestó "Sí, esa es mi hacha." Entonces el dios se enojó mucho y gritó "¡Usted es un embustero! ¿Cómo se atreve a mentirme?" Y desapareció. El hombre dijo "Lejos de ser rico, solo perdí mi hacha en vano". Y volvió a casa.

 

*Estudiante coreana del Taller de Narración.
CEPE-CU, UNAM, Ciudad de México.