La cultura en la globalización
Yannick Lacharité
La globalización es un tema que nos afecta mucho, de modo que diario se pueden encontrar noticias que tratan de sus efectos sobre los ciudadanos. Es un tema muy actual, y descifrar los signos del fin de la globalización o sus límites es muy interesante. El 17 de octubre de 2005 tuvimos noticias desde París sobre un proyecto de convención de la UNESCO en el que 151 países apoyaron el Acuerdo Internacional sobre la Diversidad Cultural. Es un acuerdo muy importante y sólo los Estados Unidos e Israel votaron en contra. De todos modos, el texto del tratado necesita ser ratificado por el parlamento o el gobernador en cada uno de los 30 países para que tenga el carácter de ley. Y ése es un proceso que puede necesitar muchos meses, si no es que años, en algunos países.
Aunque el Acuerdo no esté ratificado todavía, ya fue una gran victoria. Este tratado permitirá que la cultura no sea considerada solamente como una simple mercancía, y así no tendrá que someterse a las reglas comerciales de los tratados mundiales, como los de la OMC por ejemplo. De manera que los países firmantes del acuerdo aumentan su margen de maniobra para elaborar políticas y proteger su industria cultural. Eso quiere decir que estos países podrán usar subvenciones, cuotas y créditos de impuestos destinados a la industria cultural, incluso si el OMC o el TLC decide lo contrario. El texto estipula que no estará subordinado a los acuerdos comerciales. No es sorprendente que Estados Unidos haya votado en contra, ya que exporta 80 mil millones de dólares por año de bienes y servicios culturales.
Un acuerdo como el de la OMC en el caso de los bienes de cultura sólo puede beneficiar a los Estados Unidos, y en eso más que nunca vemos que este país se pone en contra de una mayoría de países del planeta para su propio beneficio. Condoleeza Rice, la Secretaria de Estado estadunidense, mandó una carta una semana antes del 17 de octubre para convencer a los ministros de inversiones extranjeras de los países miembros de la UNESCO de que rechazaran el Acuerdo. Fue en vano y no hizo tambalear el consenso que se había establecido en París.
El papel de Canadá en el Acuerdo
Canadá, con la participación de Quebec, ha tenido un papel de primera importancia en el establecimiento del Acuerdo. Hacía más de 2 años que empujaba junto con Francia para tener una convención oficial sobre el texto del tratado. El esfuerzo tuvo éxito y los países con mayor importancia en el Acuerdo, como China, Rusia, India, Brasil y la Unión Europea, mantuvieron el rumbo y su apoyo. En Canadá, el apoyo vino principalmente de parte de Quebec, que por su cultura francesa se distingue más de Estados Unidos que el resto de Canadá. Este tratado fue una buena noticia, porque así, los Estados Unidos no podrán llevar a la corte internacional al gobierno de Quebec que da subvenciones a un editor quebequense, o a un productor de películas francesas por la única razón de que contraviene el mercado libre… Tampoco podrán impedir las cuotas de contenido francés que existe en Quebec, en radio y televisión, entre otras.
¡Viva el Acuerdo Internacional sobre la Diversidad Cultural y vivan los límites de la globalización!
* Estudiante canadiense, Español Avanzado 1
UNAM-ESECA en Gatineau, Québec, Canadá