Las “bugnes”
Florence Barbier Nourrigat*
La bugne es un postre y una especialidad de Lyon, Francia, cuyo origen se encuentra en el siglo XIV. En la tradición religiosa, no se come nada de grasa ni huevos durante la cuaresma. Así, el día anterior, la gente usaba lo que le quedaba de grasa y huevos y aprovechaba para hacer frituras. Este día se llama el “martes graso” en Francia (en otro lugar se llama el “martes de carnaval”). En la Edad Media se vendían las bugnes en la calle desde Arles (a 200 km al sur de Lyon) hasta Dijon (a 200 km al norte de Lyon). Hoy podemos encontrar bugnes desde mediados de enero en la mayoría de las pastelerías de Francia.
Al principio la pasta de bugnes estaba hecha solamente de harina, agua, levadura y azahar. Así, la palabra bugnes se usaba en su origen para designar a una “persona simple”. Pero en ocasión del “martes graso” y la autorización de “hacer grasa”, la receta se enriqueció de leche, mantequilla y huevos a partir del siglo XIX.
He aquí la receta:
Ingredientes:
250 gr. de harina (de trigo)
50 gr. de azúcar
50 gr. de mantequilla
2 huevos
3 cl. de azahar
1 pizca de sal
Aceite de girasol para freír
Se reblandece la mantequilla.
En una ensaladera, se pone la harina, se agrega la sal, la mantequilla, los huevos batidos, el azahar. Se mezcla hasta la obtención de una pasta consistente. Se hace una bola y se deja descansar 2 horas.
Se pone a calentar el aceite.
Después de haber enharinado el lugar de trabajo, se extiende la pasta con un rodillo con un grueso de 2 mm.
Se cortan con la ruedecilla rectángulos de 4 cm. por 10 cm.
Se hunden en el aceite caliente hasta que estén doradas.
Se absorbe la grasa con papel absorbente y se espolvorea de azúcar fino.
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* Estudiante francesa de Español IV
CEM Polanco, UNAM, México, D.F.
florence.jean-claude@wanadoo.fr