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Viaje al mar y a la playa de Acapulco

Jom Plevide*

El fin de semana pasado mis amigos y yo fuimos a Acapulco. Había treinta y seis estudiantes que fueron, más o menos, pero todos salieron en grupos diferentes. Hubo un grupo que salió el jueves en la noche, hubo otro grupo que salió el viernes a las 7:10 de la mañana, y unos grupos más salieron durante el día. Por eso fue un poco difícil encontrar a todos nuestros amigos cuando llegamos, pero al final todos llegamos sin dificultades.

Yo fui con el grupo de las 7:10 el viernes. Estaba muy oscuro todavía cuando salimos, porque el sol todavía no había salido y por eso todos los estudiantes durmieron en el autobús. El viaje, en mi opinión, fue muy peligroso, pero hermoso también. Las calles en las montañas tienen muchas curvas y son muy delgadas pero no le importaron a nuestro camionero. Él condujo demasiado rápido y unas veces yo creí que íbamos a caer. En todo caso, después de treinta o cuarenta minutos todo estuvo bien. Además, la vista en las montañas fue increíble. Miré la salida del sol; las nubes estaban luminosas y pude ver todos los colores de las plantas y las piedras. Todo estuvo verde, azul, rosa y blanco. Desgraciadamente tenía mucho sueño y después de unos minutos estaba dormido.

Nos quedamos en el Hotel Avalón Excálibur. Está en la playa, tiene un gran bar y restaurante, dos piscinas y mucha gente amable y cariñosa. Después de llegar y registrarnos en el hotel, inmediatamente fuimos a la playa . ¡Nunca había visto algo tan bonito! El mar era un azul brillante, la arena en la playa era blanca y lisa, había palomas en todas partes y el agua era perfectamente tibia. El sol estuvo muy fuerte mientras estuvimos allí y desafortunadamente para mí, entre el sol, la arena y las olas, mi loción de sol no pudo protegerme de las quemaduras. ¿Qué puedo decir? ¡Soy un gringo blanco!

Pero de todo, lo más bonito fueron las puestas del sol y la playa durante la noche. Durante las tardes, el cielo tiene una variedad de colores. No son muy fuertes o brillantes (como en las películas); son más mudos y suaves, casi como los portales. El cambio empieza con azules y blancos, luego se transforman a amarillos y anaranjados mudos, después se hacen rosas y violetas y por fin negros y azules oscuros. La primera noche había nubes en el cielo y entonces la vista no era perfecta totalmente, pero la segunda noche las estrellas vinieron para jugar y no lo podía creer. Era la unión perfecta entre el mar, la tierra y los cielos. Nunca había experimentado algo tan hermoso y tranquilo. La luz de las estrellas complementó las luces de la ciudad, que podíamos ver cada noche desde el hotel. El sonido de las olas se precipitaba a la orilla, era todo lo que podía oír. El olor del sol, del mar no era muy fuerte o malo; solamente daba un matiz exótico a la noche.

Uno de mis amigos y yo pasamos las noches en la playa, la segunda noche tratamos de entrar a una discoteca que se llama Palladium, pero tienen reglas muy estrictas para la ropa y por eso no pudimos entrar. No me importó, realmente, porque prefería la playa. Nos sentamos en la arena fresca, con el viento soplando dulce y tranquilo, el sonido del mar nos relajó y hablamos. Especialmente hablé con Laurent, ¡Él es muy inteligente! Tiene esperanzas de viajar con su novia y le gusta aprender sobre las culturas, la historia y los países, especialmente Estados Unidos. ¡Él sabe más sobre Estados Unidos que yo! Hablamos sobre los políticos, la situación entre Estados Unidos e Irak, la economía, el imperialismo de la cultura y las causas de muchos problemas en el mundo hoy. Lo más importante que descubrí sobre su persona es que tiene mucha paciencia; siempre escucha las opiniones de otros y después discute con ellos. Es muy simpático y amable y tiene un buen sentido del humor también. Estoy contento de poder conocerlo mejor durante nuestro viaje.

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* Estudiante estadunidense del tercer nivel de Español
CEPE-Taxco, México
actuarion@latinmail.com