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Los camélidos sudamericanos

Gilles Desruisseaux

Los camélidos son casi desconocidos en Canadá; sólo es posible ver camellos en zoológicos y llamas en los campos de criaderos originales. Nuestros conocimientos se limitan a menudo a lo que hemos leído en "Las Aventuras de Tintín" y usamos la palabra "chameau" para caracterizar a una persona mala y desabrida. Se usa también la palabra "chameau" para designar la obra de un comité encargado de dibujar un caballo

Sin embargo, hace 30 millones años, la familia de los camélidos vivía en América del Norte. Antes de desaparecer de nuestro continente, una parte de la familia emigró a Alaska y cruzó a Siberia para evolucionar en el género "Camelus", que comprende hoy el camello "Bactriano", el cual tiene dos gibas y vive en Turkestán y Mongolia, y el dromedario, que tiene una sola giba y vive en un territorio que se extiende desde el norte de India hasta Marruecos. Los moros trataron en vano de introducir dromedarios en España; por eso no hay dromedarios en México y América del Sur. La otra parte de la familia de los camélidos que vivían en América del Norte emigró a América del sur, para evolucionar en los géneros "llama" y "vicuña", que comprenden los camélidos, tema de mi presentación.

Los camélidos sudamericanos incluyen dos especies silvestres, la vicuña y el guanaco, y dos especies domésticas, la llama y la alpaca. Esos camélidos sudamericanos, que se llaman también camélidos andinos, tienen la capacidad de entrecruzarse entre ellos; debido a que tienen idéntico número cromosomático, el mismo cariotipo y patrón inmunológico, pueden generar crías fértiles, pero estos cruces no son útiles, porque las siguientes generaciones de híbridos vuelven a tener las características de uno u otro de los padres.

Antes de hablar sobre los guanacos, permítanme señalar que la palabra "guanaco" se usa también en América Latina para significar payo, rústico, y por extensión tonto, simple; es un apodo que dan los guatemaltecos a los demás centroamericanos. El guanaco tiene una silueta esbelta similar a la de la llama con pelaje denso y corto de un color marrón-rojizo claro, con tonos negruzcos en la cabeza y zonas blanquecinas alrededor de los labios, el borde de las orejas, el vientre y la parte interna de las piernas, y una especie de collar debajo del cuello. Su altura es de 1.80 mts. del piso a la cabeza y es muy común en los Andes de Chile y Argentina. Económicamente no tiene mucha importancia y vive en completo estado salvaje.

La llama tiene una figura esbelta y no puede distinguirse por su color, pues puede tener hasta medio centenar de tonalidades diferentes; tiene patas, cuello y cara alargados y llega a tener una altura de hasta 1.90 m del piso a la cabeza. Es el más común y fuerte de los camélidos andinos, y generalmente se le utiliza como animal de carga, pero el peso promedio que puede aguantar es de unos 40 Kg en viajes largos, y hasta unos 60 Kg en viajes cortos de hasta un día; su peso promedio de adulto es de 115 Kg.

La alpaca tiene una silueta más curva y pequeña que la llama, y en la frente presenta un clásico mechón; tampoco se le puede distinguir por el color porque tiene muchas tonalidades. Puede alcanzar una altura de hasta 1.50 mts. del piso a la cabeza y un peso promedio máximo de 64 Kg . En general tiene más y mejor pelaje que la llama. En promedio, el diámetro del pelo de la alpaca es de 255 micras; sin embargo, este diámetro está en relación directa con la edad del animal. Comercialmente, el pelo más fino que es posible encontrar en el Perú es aquel denominado "lana de alpaca bebé", que es bastante suave y fino.

Entre los camélidos andinos la vicuña es la que menor tamaño tiene y puede medir hasta 1.30 m del piso a la cabeza, posee cuerpo grácil y movimientos ágiles; su pelaje tiene un color marrón claro en el lomo y casi toda la parte externa, pero el pecho, vientre y parte interna de las piernas son blanquecinos, resaltando su mechón pectoral blanco de cerdas que puede tener unos 20 cm de largo. Al nacimiento tiene unos 5 Kg de peso y de adulta puede alcanzar hasta unos 40 Kg. Su fibra está clasificada como la más fina de toda las fibras animales con un diámetro promedio de 12.51.5 micras, pero tiene poca longitud, de apenas unos 3 cm, y su vellón anual puede alcanzar un peso máximo de 320 gramos.

La vicuña, al poseer fibra de la mejor calidad, que vale cerca de la mitad del kg de oro, es bastante codiciada y ha estado en peligro de extinción. Hoy oficialmente el gobierno peruano protege esta especie en parques nacionales, pero en la práctica la depredación de esta valiosa especie está latente, pues hay cazadores furtivos que la diezman paulatinamente. La población mundial de vicuñas no sobrepasa los 170 mil ejemplares, de los cuales unos 100 mil se hallan en Perú en zonas que superan los 3 800 m de altura.

Para mí, de todos los camélidos, la vicuña es el más interesante y el más grácil. Los quechuas agrupan a estos animales silvestres para esquilarlos en una operación llamada chaccu, que podría ser objeto de otro artículo.

 

N.b. Este texto se inspira en lo que he leído en algunos sitios de la red electrónica, entre ellos : http://www.grupoinca.com/espanol/vicuna.htm