Doña Coucoune
Marcel Cormier
Cuando llegaste Imaginaba lo que ibas a traernos Un viento tempestuoso Con gusto por destruir Llegada para perturbar la vida. Temía que se fuera la tranquilidad Y sabía desde el principio Que jamás mi vida sería la misma. Al principio fuiste tranquila Y de pronto, supiste ganar mi confianza. Poco a poco Con dulzura y cariño Te volviste la dueña de la casa.
Ahora te veo caminando afuera Luciendo tu abrigo de piel. Tigre, ojos verdes Alma noble con porte majestuoso Reinando tu patrimonio, con gallardía y dignidad Y un poco de ferocidad.
Tu llegada transformó nuestro mundo entero Capturaste mi corazón Ya no puedo imaginar Nuestra casa sin ti Eres miembro íntimo de nuestra familia. |