Taxco: gratitud y gente buena
Mendossa Desir*
La ciudad de Taxco es un lugar que ahora forma parte de mi vida. Recuerdo que el 10 de septiembre vinimos aquí con la señora Fígaro (la representante del programa 300 Becas para Haití ante el consulado de Haití en México), y ella habló en francés con nosotros por última vez. Yo estaba un poco triste e inquieto porque nosotros éramos extranjeros y no sabíamos nada de español. En esos momentos yo sentía que tenía todos los problemas del mundo. Era como una aventura en la que tenía algo de miedo. Gracias a Dios, tenía una casera muy amable y comprensiva. Nosotros la llamábamos nuestra "mamacita" porque era como una nueva mamá para nosotros. Era muy paciente, hablaba muy despacio, cantaba y cocinaba para nosotros, nos contaba muchas experiencias personales y de nuestros compañeros que vivieron en su casa. A veces me sentía como en mi casa. Cuando estaba en la calle estaba sordo y mudo porque no podía escuchar lo que decía la gente, pero a veces me acostumbraba a la comida mexicana y a la lengua.
De todo esto, debo agradecer al CEPE, especialmente a la maestra Berta. Ella hizo un gran trabajo con nosotros por su paciencia y su profesionalismo, nos dio confianza y ayuda y nos quitó nuestro miedo a todo. Progresé muy rápido con los maestros de Básico 1B y 2B.
La gente de Taxco es muy amable y alegre; me gusta mucho Taxco porque es una ciudad famosa por sus casas antiguas y la tranquilidad que aquí reina. Hay muchos lugares para disfrutar con mucha seguridad como el zócalo, la casa Borda, el cine, la discoteca La rumba, entre otros. Lo que me gusta más es que cada fin de semana nos reunimos para bailar con las chavas mexicanas. Las taxqueñas son muy simpáticas y no tienen problemas con nosotros cuando hablamos feo el idioma. Es un placer para la gente hablar con nosotros pues nos felicitan y nos dan ánimo para que aprendamos más rápido.
Luego, hemos tenido muchas excursiones con nuestros maestros, especialmente con Jessika y Fernando. Ellos no llevaron a las grutas de Cacahuamilpa y al Huixteco para la fiesta del Jumil, entre otras cosas. Me gusta mucho la manera en que la gente festeja este día.
Para concluir, puedo decir que mi paso por Taxco ha sido una buena experiencia, a pesar de todas las dificultades que he encontrado en mi camino.
* Estudiante haitiano de Español 2
CEPE-Taxco, UNAM, México.