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La Navidad en Gringolandia

Sean Garfias*

En cualquier parte del mundo, la época de Navidad es especial. Es una época llena de varias actividades, tradiciones y sobre todo, de tiempo dedicado a la familia. Los Estados Unidos no son una excepción; al contrario, la Navidad es uno de los festejos más importantes en el país, después del 4 de julio. Durante esta época uno se da cuenta de su importancia por las diferentes  traiciones que tenemos para celebrarla. Una de ellas siguen siendo los doce días de Navidad. Entre las familias, sea el núcleo o también con los abuelos, tíos y primos, desde el día 12 y los siguientes doce días después, hay una actividad especial que hacen como familia: típicamente hay un calendario que llamamos en inglés “Advent Calendar”. En cada día del calendario hay una puertita que se abre y atrás queda una actividad que toca hacer ese día. Cuando yo era niño participé en los doce días de Navidad y cada día hacíamos una actividad distinta. Mi actividad favorita era escoger el árbol de Navidad. Pero claro, hay muchísimas más actividades que podrían suceder, como hacer una casa y muñecos de jengibre, hacer ángeles en la nieve, adornar la casa con oropel y muérdago, adornar casas con luces de navidad, envolver regalos o ver películas de Navidad. Desde el primer día de diciembre, hay algunos canales que suben exclusivamente películas de Navidad: de las clásicas como “It ́s a Wonderful LIfe (1946) hasta más modernas como “Santa Baby” (2006).  La Navidad perfecta, según muchas y muchos estadounidenses, sería una Navidad con nieve, y es por eso que tenemos la costumbre de integrar actividades en la nieve, como andar en trineo o hacer un muñeco de nieve en cada temporada de Navidad. Después de congelarnos en la nieve, nosotros de chicos regresábamos a casa, en donde alguien, fuera la mamá o la abuela, ya tenía un chocolate preparado y bien calientito. 

Aparte de los doce días de Navidad, también hay muchos conciertos de coros que cantan canciones típicas como “Silver Bells”, “Silent Night” hasta más modernas como “Rockin´Around the Christmas Tree” y “Santa Baby”. Todas las casas, edificios, escuelas, etc., se adornan por dentro y por fuera para promover el espíritu de la Navidad en todos nosotros. En mi pueblo, específicamente, hay un show en la calle principal. La gente se viste con disfraces y actúa en escenarios sencillos dentro de las vitrinas de las tiendas.

También la gente se pone a vender una bebida caliente que se parece al ponche mexicano, pero muchísimo más simple, con menos ingredientes y menos sabor. Finalmente, después de un mes de hacer varias actividades, ver shows y pueblear, toca la noche antes de la Navidad. El 24, en los Estados Unidos, es lo que llamamos nosotros los gringos “Christmas Eve”. Hay un libro famosísimo que se llama The Night Before Christmas y los papás les leen ese libro a los niños antes  de que se acuesten a dormir. Es un libro que les recuerda a los niños que, si no duermen, Santa Claus no llegará a dejarles sus regalos debajo del árbol. Al día siguiente, los niños abren los regalos que dejó Santa Claus, mientras que los papás hacen el desayuno y se preparan para ir a la iglesia. Después, se juntan con la familia extensa, como tíos, tías etc., para cenar a las 5 pm.  Ésta es una Navidad típica en Gringolandia.

         Como yo soy chicano, claro que crecí haciendo casi todo lo que acabo de mencionar arriba, pero donde las cosas cambian en mi historia personal, es con el día 24. Mientras que mis amigos no andaban haciendo nada especial, sólo pasando tiempo con sus papás encerrados en la casa, mi abuela, mi mamá, y mis tías empezaban unos días antes a hacer tamales. Recuerdo muchas Navidades donde yo las ayudaba a hacerlos. Mi abuela siempre hacía tres tipos de tamales: rajas con queso, carne con salsa roja y un tamal dulce. Típicamente el tamal dulce era rellenado con mermelada y mantequilla: ¡delicioso! Pero claro, también hacíamos platos estadounidenses que son comunes durante esta temporada, como el jamón cocido al horno con pedacitos de piña encima, para dar un toque dulce, puré de papas, ejotes, entre otras cositas más. Pero también, como mi mamá es ucraniana, hacíamos platos típicos de Ucrania como babka (pan), borscht (sopa de col morada) y kielbasa (salchicha).

En mi familia, el día 24 es cuando nos reunimos todos y comemos mucha comida y con mucha variedad. También hacemos un intercambio de regalos entre los miembros de la familia y luego vemos películas navideñas. Como niños, mis hermanos y yo estábamos conscientes de que el día 24 era la Navidad en México, y por eso festejábamos con mi familia mexicana, y también en la familia por parte de mi mamá la Navidad en el día 24. Pero también era el día antes de la Navidad estadounidense, y siempre estábamos bien emocionados para el día siguiente, cuando Santa Claus iba a llegar a dejar nuestros regalos. También hacíamos una posada y dividíamos entre la familia quién iba pa’ fuera y quien se quedaba adentro de la casa, para cantar la canción típica de las posadas. 

         Al día siguiente no cocinábamos nada, pues por tanta comida que habíamos hecho, la utilizábamos tipo recalentado, como en México. Pero, la diferencia es que no teníamos mole ni romeros, sino tamales, jamón y babka.

Mis hermanos y yo nos despertábamos bien emocionados para ver lo que nos había dejado Santa Claus. Mi mamá siempre hacía rollos de canela, pero con un betún de naranja para el desayuno; es la única cosa que cocinaba el día 25. Este día era un día de flojera para nosotros, para estar en nuestras pijamas nuevas, que acabábamos de recibir de la familia la noche anterior, ver películas navideñas y comer lo que había después del día 24. Así es como pasé yo la Navidad en los Estados Unidos durante 21 años. 

Imágenes del autor

*Estudiante de Estados Unidos del curso Español

Profesora: Erika Ehnis Dunne
CEPE-CU, UNAM. Ciudad de México


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