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Querid@s lectores de Flores de Nieve:

¡Basta del pasado! ¡Adelante, año nuevo!

Para terminar con un ¡BANG!, Flores de Nieve nos ofrece, en el último número del año, artículos de estudiantes y profesor@s japoneses, canadienses, corean@s, rus@s, estadunidenses, franceses, mexican@s... Este duodécimo numero está lleno de opiniones sobre cine, arte y literatura, cultura, la enseñanza del español. Disfruté mucho, entre otras, las secciones Leyendas, Reflexiones, Creaciones... Pensándolo bien, ¡todas las secciones me gustan! Es como un pastel de frutas de Navidad, una tradición en Canadá. Empiezas a comerlo y encuentras dátiles forrados de nuez de Brasil, cerezas confitadas, rojas y verdes, dedos de piña en una pasta enriquecida con nueces en trozos y con uvas pasas. ¡Uy! Esto se vuelve imposible de decir: ¡las rebanadas que te gustan tanto hacen el todo! Así está Flores de Nieve, número 12 : como un pastel de frutas. Saboréenlo y ¡bon appétit!

Para brindarles todavía más placer, les ofrezco una leyenda de Quebec, la cual habla de una canoa que vuela y de Satanás… ¡Aquí va!

Leyenda canadiense de Navidad : La Caza-galera (la Chasse-Galerie) »

A fuerza de andar en el bosque y aburrirse, el diablo vino a tentarlos… Ya era invierno, los grandes fríos mordían los pies. Imposible seguir.

Foto Paz De la Torre, NitskyYa era Navidad, el nuevo Año mostraba su nariz, y todos los hombres querían irse. El diablo acechaba como un ave rapaz su presa y vino a ofrecerles todo un botín: "En una canoa, la más grande que tengan ustedes, instálense en ella, sin moverse. Cuando suene la medianoche, el bote se moverá de un golpe, se elevará enfurecido y los transportará a casa. Pero si uno de ustedes, una vez acabada la fiesta, falta en el barco, ustedes perecerán, y a casa del gran Satanás irán a quemarse, olvidados para toda la eternidad!"

La canoa se elevó, hasta el cielo fueron llevados y llegaron hasta su pueblo tan querido. Cada uno volvió una vez acabada la fiesta. Salvo el último, quien, sin pensarlo, poniéndose de pie, a embarcar no volvió. Entonces el gran Satanás, en un remolino de hoguera, a todos y cada uno de ellos, se llevó.

El más joven, el más desconfiado, el más miedoso, guardaba como una joya preciosa una oración que mata a los diablos de la Tierra. Y cuando la hubo recitado por fin, como estrellas, repentinamente fueron liberados todos delante de su cabaña aislada.

¡FELIZ NAVIDAD, PROSPERO AñO Y FELICIDAD EN 2004 !

Diane Ross

Estudiante egresada

UNAM-ESECA en Gatineau, Quebec, Canadá.

Foto: Paz De la Torre
Ilustración: Marie-France Nitsky