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Mi agua, mi querida

Tanaphum Leelaporn*

Festival de Songkran

Foto del autor

Querida agua:

Sé que esta carta es muy rara. Nunca nos hemos hablado y, de repente, recibes esta carta de parte mía. No quiero molestarte ni asustarte porque solamente te quiero contar algunas cosas sobre ti que me han surgido recientemente durante mi estancia en Taxco, Guerrero, una de las ciudades más maravillosas de México. Lo que te quiero decir no es algo grave sino que quiero expresar algunos pensamientos que tengo sobre ti. Espero que no te vayas a enojar conmigo con lo que te voy a decir y que, mediante esta carta, nos podamos entendernos mejor en el futuro.

Te tengo que confesar que antes de venir a Taxco, no pensaba mucho en ti. La verdad es que cuando estaba en Tailandia nunca había tenido ningún problema sobre la escasez de agua. Eres tan abundante en todos los lugares de mi país que los tailandeses suelen decir: "En nuestra agua, hay pescado y, en tierra, hay arroz". Debido a este hecho, somos uno de los líderes exportadores de arroz del mundo; además nuestros productos agrícolas tales como frutas y verduras han sido famosos en el mercado internacional.

Sin ti, mi agua, no podríamos disfrutar nuestra tradición, el 13 de abril, nuestro Día de Año Nuevo, en que se puede ver a los tailandeses en todo el país vestidos con ropas coloridas saliendo de casa con su pistola de agua y una cubeta grande para salpicar agua por las calles para refrescarse del calor del abril, el tiempo más caluroso en nuestro país. Seguro que te vamos a hacer enojar cuando te enteres de cuántos volúmenes de agua se echan a perder en este día pero, te lo juro, que es un día muy bonito para todos los tailandeses y extranjeros que vienen a celebrar con nosotros. De cualquier modo, te pido perdón por tener una demanda excesiva de ti durante este día y espero que comprendas nuestra necesidad de mantener esta tradición antigua.

Vivir sin ti, mi querida, no era una idea que hubiera aparecido antes en mi cabeza; ni siquiera una sola vez en mi vida antes de llegar a estas tierras montañosas de Guerrero. Al principio de mi llegada, solía escuchar a los lugareños quienes mencionaban que a veces en esta ciudad hay problema por la falta de agua; por lo tanto, hay que ahorrarla siempre que sea posible. ¿Ahorrar el agua?, la frase se registró en mi celebro por unos segundos porque todavía no había vivido este problema en carne propia y por eso era difícil darme cuenta de la falta de ti. Tampoco pensaba que esta situación me iba a pasar alguna vez puesto que todos los días tenía agua para beber, cocinar y bañarme sin corte de la corriente.

Además, todos los días mientras iba bajando por la colina rumbo al CEPE-Taxco, siempre veía el agua goteando de las tuberías de varias casas; de tal modo que en una ocasión, mi compañera de casa, que es de Vietnam, se confundió y se asustó mucho porque pensó que se trataba de una fuga de gas.


Taxco, Guerrero

Foto del autor

Durante los meses de agosto y octubre, llueve casi todos los días en Taxco y cada vez que esto ocurre, es posible ver un chorro gigante de agua que cae desde una cascada, cercana al CEPE. Ante este hecho: ¿Cómo pueden tener problemas de agua aquí en Taxco?, me pregunté a mí mismo.

Una noche en agosto, obtuve un mensaje de parte tuya. Mis compañeros y yo estábamos terminando de cenar en nuestra casa, cuando nos dimos cuenta de que casi no había agua en el tanque. "Lo siento mucho, pero creo que acabo de usar el último depósito del agua en tu baño" me dijo mi amigo malayo quien regresó a la cena con una cara preocupada. Entonces, le dije que no pasaba nada porque siempre teníamos problema con la bomba, pero nunca había pensado que esto pudiera llegar a ser un problema más grave del que creía. Desafortunadamente, mi querida agua, tú desapareciste totalmente esa noche. Fue la primera vez en mi vida que no tuve nada de agua para lavar los platos, bañarme, ni beber. Tanto el agua potable como el agua para otros usos que había en la casa, se había agotado y por eso tuvimos que esperar hasta la noche del día siguiente para poder bañarnos. De verdad, me quedé sin palabras con lo que me había pasado porque siempre había vivido sin pensar que te ibas a agotar pero cuando esto sucedió, me di cuenta de que tu ausencia no es una leyenda ni una broma, sino un problema que todas las personas deberían considerar con mucho cuidado.

Tal vez mi experiencia de vivir sin ti por una noche no sea una gran dificultad como la falta de agua que está pasando en otras regiones del mundo, pero durante este corto periodo de escasez tuya, me hizo tomar conciencia de que, vivir sin ti, es imposible. Te necesito. Eres el componente más importante de mi cuerpo humano. Tú vives en mi sangre, mis células, mis órganos y en todas las partes que construyen mi vida. Perderte por unas horas, me hace tener sed. Mi cuerpo podría entrar en coma, si estuviera sin ti por unos días, y si te perdiera por una semana, iría directamente a la tumba.

Agua, he aprendido que tú eres un elemento esencial que crea vida, la mantiene y a veces la quita. Por eso, no debería haberme olvidado nunca de ti. Desde el momento en que leas mi carta, te prometo que no te voy a echar a perder sino cuidarte con el pensamiento de que eres una parte esencial de mi vida. Ya sé cómo uno se siente cuando no te tiene a su lado. Ya sé que uno es tonto por hacerte daño. Ya sé, con todo mi corazón, que eres mi tesoro imprescindible, mi querida, mi agua.

Te voy a ahorrar,

Tu fiel usuario

*Estudiante tailandés de Español Intermedio 2
CEPE TAXCO, Guerrero, México.