La inmigración en mi país
Marilyn Groulx
Canadá es un país lleno de inmigrantes de todas partes del mundo. Pienso que es una fuerza, pero también un problema para nuestro país. Me gusta el aspecto cultural de la inmigración porque se puede aprender mucho sobre las diferentes comidas, los modos de vida, las tradiciones y también las religiones de cada país. Tenemos la ventaja de poder compartir todas esas riquezas mundiales en un solo lugar, pero a veces todas esas diferencias crean problemas sociales que llevan a hostilidades y discriminación.
Aunque Canadá no tiene tanta discriminación como en algunos países, hay algunas hostilidades entre grupos étnicos diferentes. Es que algunas personas que viven en Canadá y que son de países con gobiernos, valores y autoridades diferentes, no quieren asimilarse e integrarse en nuestros modos de vivir, y eso, por supuesto, crea animosidad entre los nativos y los inmigrantes.
Otro problema es que el número de inmigrantes en Canadá es muy elevado y a veces algunos canadienses tienen miedo de que toda esa gente tome sus empleos y sus beneficios. Hay también mucha inmigración ilegal, lo que es una situación alarmante. No creo que debamos parar la inmigración, porque es bueno para los países, pero pienso que necesitamos controlar un poco más la cantidad de extranjeros que acogemos cada año. Es un poquito triste ver que en algunos sitios de Canadá los nativos son casi extranjeros en su propio país, como Vancouver por ejemplo, que tiene ahora el apodo de “Honkcouver” porque la cantidad de asiáticos supera a la gente original de esa provincia.
En conclusión, hay ventajas y desventajas en la inmigración, pero pienso que todos, no importa el color de la piel o la religión, podemos trabajar juntos y hacer de Canadá un país donde la libertad predomine y donde las diferencias culturales creen la belleza de nuestro país.
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* Estudiante canadiense, Español 5
CEPE-Taxco, UNAM, México
Escribe a la autora: Marilyn Groulx