Un episodio en la historia de México
Henry Sherwood*
Foto: Bernardo Fuchs |
A lo largo de la historia, México ha sido víctima de la codicia de otros países o de su agitación interior. México siempre tiene un recurso natural que algún país quiere obtener. En el caso de la guerra entre México y Estados Unidos de Norteamérica, Estados Unidos quería las tierras del norte de México para expandirse y obtener más puertos en el Océano Pacífico. Esta codicia de Estados Unidos por tierras inició la guerra entre los dos países en 1846.
México comenzó a perder control de sus fronteras después de una revuelta en Texas, que había dado por resultado la separación de Texas en 1836. México declaró que si los Estados Unidos aceptaban a Texas como un estado de la Unión, esto iba a ser considerado por México como un acto de agresión por parte de Estados Unidos. Los dos países no pudieron resolver este problema y mandaron tropas a la frontera disputada.
La expansión territorial de los Estados Unidos y otras causas, como la separación de Texas, fueron una agresión para México. La disputa en la frontera de Texas fue por cuál río debería ser la frontera, el Río Nueces o el Río Grande. Los documentos mexicanos indicaban que la frontera era el Río Nueces; por supuesto, Estados Unidos y la gente de Texas declararon el Río Grande como la frontera, lo que daba más territorio a Texas y a Estados Unidos. Había una creencia llamada “Destino Manifiesto”, que decía que la expansión de Estados Unidos era inevitable y había sido ordenada por la divinidad. Ellos creían esto, creían que la cultura de Estados Unidos era superior a otras culturas, y que la democracia necesitaba ser expandida para civilizar a otras personas. Hoy, “el Destino Manifiesto” aparece como una forma de racismo. Las negociaciones entre los países sobre la frontera fracasaron, sin lograr una solución. Los países estaban listos para la guerra.
Días después de la declaración de guerra, las batallas comenzaron en la frontera al norte del Río Grande. Los Estados Unidos declararon la guerra a México el 13 de Mayo de 1846. En las batallas siguientes, los mexicanos lucharon valiente e intensamente, con más soldados, pero los ejércitos americanos estaban mejor organizados y tenían mejor equipo. México perdió California y Texas a menos de un año de iniciada la guerra. Los Estados Unidos obtuvieron la tierra que deseaban al principio. Continuaron atacando a México, y sus ejércitos se movieron al sur. Los ejércitos mexicanos estaban desorganizados y no tenían suficiente financiamiento. Los ejércitos de Estados Unidos se aproximaron a la ciudad de México, después salieron de Veracruz y Puebla con pérdidas mínimas. Los mexicanos habían sufrido pérdidas grandes y comenzaron a fortificar a la ciudad de México. Las batallas de la ciudad de México fueron luchadas valientemente por los mexicanos, pero el ejército estadunidense fue superior en tácticas, tecnología, y liderazgo. La batalla final fue en el Castillo de Chapultepec. Después de un asedio sangriento al castillo, Estados Unidos ganaron y las negociaciones entre los países comenzaron.
México rechazó negociar la paz, y por fin acordó un tratado que se llamó el Tratado Guadalupe Hidalgo. El tratado delimitó la frontera de Texas al sur del Río Grande, y cedió los territorios mexicanos de Nuevo México y California. Estados Unidos pagaron a México $15 millones de pesos. México perdió mucho de su territorio, casi la mitad. También sufrió grandes pérdidas.
Los resultados de la guerra fueron evidentes. Los mexicanos perdieron muchos civiles y soldados; en Veracruz, por ejemplo, perdieron 2 civiles por cada soldado. Los estadunidenses no perdieron muchos soldados en combate, pero la mortalidad total de esta guerra fue peor que la de la Guerra Civil. México perdió mucho territorio a pesar de que tenía un ejército más grande. Los efectos de las batallas políticas internas por dinero, el equipo anticuado, y la desorganización, impedían las oportunidades de ganar la guerra. Asimismo, los efectos de la guerra se manifestaron a través de los años. En México se estableció desconfianza hacia los civiles de los Estados Unidos debido a otras intervenciones que realizó Estados Unidos en México. Ésta fue la causa de malas relaciones entre ambos países. Estados Unidos ganó más de dos terceras partes de su territorio actual. Estados Unidos consiguió muchos recursos naturales que le ayudaron en su desarrollo, como el oro, la plata, el cobre, dos buenos puertos (San Francisco y San Diego), y en el siglo XX se descubrió uranio en Nuevo México.
No se puede discutir que la guerra entre los Estados Unidos y México formó el futuro de los países. También, los Estados Unidos iniciaron la guerra por sus intereses, por ganar más tierras y así expandir el país. México fue la victima de la codicia de Estados Unidos y otros países.
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* Estudiante estadunidense, Español 3
CEPE-UNAM, México, D.F.
henrys1@umbc.edu