¿Por qué el mar es salado? Leyenda de San Vicente y Las Granadinas
Wesley Doners*
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En mi país hay muchos cuentos. Uno muy popular explica por qué el mar es salado. Todo empezó hace muchos, muchos siglos en una isla cerca de San Vicente. Una familia muy pobre, los Chatoyers, no tenían dinero siquiera para comer. Pero era una familia cortés, buena y amable. Un día, Manuel, el hijo mayor, fue al bosque por madera para cocinar. Mientras se adentraba en éste escuchó lamentos. Los siguió y atrás de un árbol vio un hombre que había caído en una trampa para animales. Estaba muy herido y seguramente moriría, pero Manuel le salvó la vida. Así se conocieron y platicaron, y el hombre conoció la situación de la familia de Manuel. Al despedirse y en agradecimiento le regaló a Manuel una maquinita que podía producir cualquier cosa, alimentos, ropa, bebidas. Le recordó también que no olvidara las palabras secretas que controlaban el funcionamiento de la máquina.
En seguida Manuel llevó la máquina a su casa. Su familia estaba asombrada. Los siguientes años jamás volvieron a pasar hambre y habían prosperado.
Sin embargo, San Vicente es una isla muy pequeña. Tiene menos habitantes incluso que Taxco, que es un pueblo pequeño. Las noticias se difunden rápido y por todas partes, y un comerciante oyó de la máquina y decidió que la quería. Fue a la casa de los Chatoyers y les dijo que era un comerciante de sal; podría darles un porcentaje de la venta de sal, hacerlos ricos. Al principio la familia se mostró renuente, pero finalmente hicieron el trato con el comerciante. Pero el comerciante mintió. Un día, mientras veía cómo la máquina producía incansablemente sal, la tomó y huyó de San Vicente en barco. Navegaba contento, sabía que era rico. Sin embargo, horas después la máquina seguía haciendo sal y se asustó; se le había olvidado lo más importante y no sabía las palabras secretas que controlaban la máquina. Entonces la máquina siguió haciendo sal hasta que destruyó el barco y se ahogó el ladrón en medio del mar Caribe. La máquina hasta ahora hace sal. ¿Será una maldición o bendición? No lo sé, pero por eso el mar se quedó salado.
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* Estudiante estadunidense, Español 5
CEPE-Taxco, México