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El Museo Nacional de las Intervenciones

Otilio Silva Andraca

El Museo Nacional de las Intervenciones se ubica en el lugar que antiguamente ocupó el barrio mexica de Huitzilopochco; su nombre proviene de Huitzilopoztli, dios de la guerra, deidad que allí se veneraba. Curiosamente, desde entonces este lugar quedó vinculado con incidentes bélicos y hechos armados. A raíz de la conquista españ ola,la palabra Huitzilopochco se transformó al paso de los años en Huychulubusco, Ocholobusco, Ochorobusco, hasta quedar definitivamente en el actual de Churubusco.

Durante los años de la dominación española se fundó allí un convento por el año de1588, cuya advocación fue la de Nuestra Señora de los Ángeles; el convento estuvo al cuidado y atención de los frailes dieguinos, congregación derivada de la Orden de San Francisco. En un primer periodo, este convento funcionó como hospedería y preparación de los frailes que, en misión evangelizadora, se dirigían a las Islas Filipinas.

Con el advenimiento de la Independencia, el convento continuó con la práctica de sus actividades religiosas de atención a los feligreses, hasta que sucedió en ese sitio la Batalla de Churubusco el 20 de agosto de 1847, durante la Guerra de Intervención Norteamericana. El ejército mexicano se preparó para la defensa del lugar; sin embargo, sólo contaba para su defensa con “malas trincheras o barbetas, no concluidas y que no podían resistir la artillería enemiga: cuatro cañones de a 8, uno de a 6 y dos de a 4, y mil trescientos soldados cuyas nueve décimas partes veían por primera vez una batalla. He aquí la fortaleza y el ejército que iba a resistir a ocho mil soldados triunfantes, orgullosos, inteligentemente dirigidos y provistos de todos los elementos necesarios para la guerra”.1

La batalla de Churubusco fue una de las acciones militares mas sangrientas de toda la contienda armada, a tal grado que sus defensores fueron elogiados por el general Manuel Rincón, quien consignó en su parte de Guerra “los creo muy dignos de la consideración del Supremo Gobierno, por su brillante comportamiento, causa por las que no me atrevo a hacer consideración alguna, por que la gloria adquirida es toda de ellos”. Sin embargo, la frase que inmortaliza a Churubusco es la que pronunció el general Pedro María Anaya al responder a la pregunta que le hizo el general norteamericano Twiggs cuando le preguntó “¿Dónde está el parque?(balas) Anaya contestó con voz más amarga que altiva, lenta y suave, pero que resuena y resonará por años y siglos -si hubiera parque no estaría usted aquí-”.2

Por estas acciones heroicas, el convento fue declarado monumento histórico en 1861 por el presidente Benito Juárez, quien quiso preservarlo como símbolo nacional, con ello evitó que fuese afectado por la adjudicación de bienes religiosos propiciado por las Leyes de Reforma. El 13 agosto de 1981, el presidente José López-Portillo lo convirtió por decreto en el Museo Nacional de las Intervenciones; recibió ese título por todas las colecciones que alberga en sus dependencias, ya que abarcan éstas todas las invasiones que padeció México a lo largo del siglo XIX y los primeros años del siglo XX, por parte de España, Francia y de los Estados Unidos. Para habilitar el antiguo convento como museo, se restauraron las paredes, muros, puertas y ventanas del inmueble; se adaptaron sus habitaciones y espacios para la exhibición en sus dieciocho salas de armas, banderas y estandartes, lanzas utilizadas por las fuerzas armadas de los bandos contendientes. También se muestran grabados y litografías de hechos armados y personajes que estuvieron involucrados en los eventos mencionados. Se exhibe además el patrimonio artístico virreinal que formó parte del antiguo convento.

Es incomparable la admiración que despierta en sus visitantes los objetos que allí se exhiben y que perpetuan la memoria histórica de México. El museo se localiza en la calle 20 de agosto s/n, en la colonia San Diego Churubusco, delegación Coyoacán, muy cerca de la estación General Anaya de la línea 2 del METRO.

Notas

  1. Mena, Ramón y Nicolás Rangel. Churubusco-Huitzilopochco. México. Departamento de Bellas Artes. 1921: 43
  2. Muñoz. Rafael F. Santa Anna. El dictador resplandeciente. México. Fondo de Cultura Económica / Secretaría de Educación Pública. 1984: 228

Bibliografía

Mena, Ramón y Nicolás Rangel. Churubusco-Huitzilopochco. México . Departamento de Bellas Artes. 1921. 71p

Muñoz, Rafael F. Santa Anna. El dictador resplandeciente. México . Fondo de Cultura Económica / Secretaría de Educación Pública.1984. 277p (Lecturas Mexicanas, 33).

* Profesor de la Escuela Nacional Preparatoria, UNAM Plantel 2
Escribe al autor: Otilio Silva Andraca