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Dos situaciones sociales en México y Japón

Bunji Tanaka*
Noche del Viernes Santo en Taxco
Noche del Viernes Santo en Taxco

Foto: Bunji Tanaka
 

En primer lugar quiero mencionar que mi objetivo en este texto no es criticar las tradiciones mexicana sino sólo expresar mi percepción personal.

 

Durante la Semana Santa de este año, tuve la oportunidad de ver las procesiones religiosas en Taxco. Fue muy impactante porque muchos taxqueños participaron en el ritual durante esta semana, que es muy sagrada y especial. Creo que los mexicanos son fieles seguidores de su religión; sin embargo, también tuve una imagen negativa.

Los participantes usan ropa negra y caminan todo el día descalzos. Seguramente la temperatura del piso en las calles por la tarde es demasiado alta. Además, algunos hombres necesitan caminar con un manojo de espinas o con una cruz que pesa mucho y también golpear sus espaldas con látigos hechos de espinas. Es claro que la hemorragia de sus espaldas es muy dolorosa. Con respecto a esta situación, me pregunto si este ritual no puede influir de manera negativa en los niños, causarles angustia o violencia, aunque personalmente respeto la motivación ritual que estas personas tengan para hacerlo.

Por otra parte, en Japón existe un tipo de devoción, pero no a la religión como pasa en Taxco, sino al trabajo. Es común que los japoneses trabajen mucho tiempo. Es claro que lo hacen para ganar dinero, pero mucha gente da prioridad al trabajo sobre el tiempo que pasa con su familia; incluso hay muertes a causa del estrés laboral, llamado "Karoshi". Muchos japoneses no se sienten felices, aunque son ricos. ¿Por qué continúan trabajando cuando corren el riesgo de morir?, ¿para qué trabajan?

Considero que la procesión de la Semana Santa es un ritual religioso tradicional; mientras que en Japón las personas trabajan sólo para obtener ingresos económicos. Las motivaciones de las personas de ambos países están en contraposición; así como también estas situaciones pueden parecer muy extrañas para los que desconocen estas culturas.

Existen muchas organizaciones e instituciones religiosas en Japón porque es un país politeísta; por ejemplo, cuando yo era niño mis padres siempre me decían: "hay un dios en cada grano de arroz por eso nunca hay que desperdiciarlo". Aunque algunas familias japonesas tienen un altar para honrar a sus dioses o antepasados, no rezan en un templo o santuario de forma tan regular como los católicos. Solamente oran formalmente cuando hay una ocasión especial, por ejemplo un embarazo, un gran trabajo, un examen de la escuela, la construcción de un edificio, etcétera.

Es cierto que la mayoría de los japoneses dan prioridad al trabajo sobre la religión. ¿Por qué prefieren el trabajo? Creo que hay varias razones. En primer lugar, la tecnología es muy importante para la economía y la vida de la gente. Antes los japoneses eran más religiosos que ahora porque la pesca y la agricultura eran las fuentes económicas principales; además de que necesitaban enfrentar a la naturaleza, la cual no podían controlar. En cambio, aunque todavía no pueden cambiar el clima, actualmente pueden contar con un ambiente de trabajo regular gracias al desarrollo tecnológico, sobre todo en el centro de la ciudad. Por eso ya no es necesario orar muchas veces porque ya no hay causas naturales tan evidentes con las cuales luchar. También es posible que la gente de Japón haya heredado el estereotipo posterior al de la Segunda Guerra Mundial debido a que necesitaban trabajar duro para lograr la reconstrucción del país. Esta idea permanece como una virtud en Japón.

Por otra parte, para explicar por qué los taxqueños realizan este ritual impactante de Semana Santa, a continuación presento algunas razones. Primero, originalmente los mexicanos son muy religiosos y respetan los rituales religiosos. En segundo lugar, tienen que respetar aspectos tradicionales, por ejemplo, la cultura de los indígenas ha influido en la arquitectura, los rituales, etc. Tercero, muchos taxqueños tienen que resolver algunos problemas que afectan su vida diaria; por ejemplo, a veces falta agua para lavar la ropa y bañarse. Por otra parte, Taxco es famoso por su plata, que es la industria principal en este lugar, por eso los vendedores de este metal dependen de los turistas. Sin embargo, algunos no vienen regularmente y la industria es muy competitiva porque hay más de cincuenta tiendas. Aunque algunas la exportan a otros países, los plateros dependen de la probabilidad de que los clientes vengan. Por todas estas razones que he mencionado, considero que muchos taxqueños son muy religiosos.

Los japoneses y los taxqueños tienen fuentes diferentes de preocupación, pero ¿tienen aspectos en común? En mi opinión, pienso que ambos se imaginan que hacen lo necesario para lograr la felicidad. Muchos japoneses creen que pueden ganarla si trabajan mucho aun cuando corren el riesgo de morir; mientras que muchos taxqueños creen que pueden ser felices cuando soportan angustia y hacen sacrificios como cargar cruces con espinas hasta sangrar.

Es claro que las motivaciones dependen del lugar en el que viven, el trabajo, la familia, las características personales, etcétera. De acuerdo con mi propia perspectiva, el duro ambiente de trabajo de Japón causa problemas, por eso espero que haya un ambiente nuevo que respete la felicidad verdadera, que ya no exista el "Karoshi" y que sea un país más eficiente de ahora en adelante. También deseo que todos los taxqueños sean más felices que ahora.

*Estudiante japonés de Básico 4
CEPE-Taxco, UNAM.

Fuente de la ilustración: Bunji Tanaka