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Humor de aquí y de allá

Roger Verreault

1. De banqueros

Un hombre muy rico llega a Manhattan con su Rolls-Royce, se para delante de un banco y entra en él.

--Quisiera un préstamo de 1 000 dólares por un mes, por favor, y le dejo mi coche en garantía.

El banquero, un poco sorprendido por la rareza de la situación, concluye sin embargo la transacción, sin preguntar el porqué, y le pide a un empleado colocar el vehículo en el estacionamiento subterráneo del banco.

Pasó un mes y el hombre millonario regresó para pagar los intereses de su préstamo y recoger su coche. El banquero le hace pagar $50 dólares de interés por el préstamo y le agradece por haber elegido a la institución. Pero al salir del estacionamiento con el cliente, no puede resistir preguntarle:

--Señor, no quisiera ser impertinente, pero puesto que es usted tan rico, por qué necesitaba un préstamo de 1 000 dólares?

--Porque si hubiera dejado mi coche del otro lado de la calle, me habrían cobrado 400 dólares por el estacionamiento al mes.

2. De malentendidos lingüísticos

Una mujer anciana y muy modesta quería aprender a patinar. Se puso

sus viejos patines de cuchilla y una larga falda negra hasta los

tobillos. Mientras estaba sobre el hielo, un señor francés la observaba, pues la señora tenía muchas dificultades para tenerse en pie. Súbitamente se cayó patas arriba, y el hombre se acercó a ella para ayudarla. Sonriente, le dice algo y ¡de repente le suelta ella una muy sonora bofetada!

¿Qué le había dicho el hombre? "¡Ay,señora, c'est la vie!"

3. De niños

Una noche, mi esposo y yo nos encontrábamos en la sala de la casa cuando llegó mi hijo de cuatro años, un poco malhumorado.

--Papá, tengo sueño--dijo--. Ya me quiero dormir.

Mi esposo le dio un beso.

--Hasta mañana.

--¡No, papá... ahora!

4. De médicos

Un médico le dice a su paciente:

--Tengo malas noticias. Primero tiene usted Alzheimer. Segundo, tiene cáncer.

Y el paciente le contesta:

¡Ah, por lo menos no tengo el Alzheimer!